domingo, 4 de mayo de 2008

“Los dos días programados se estiraron como goma hasta hacerse ocho y con el sabor agridulce de la despedida mezclándose a mi inveterada halitosis me sentí llevar definitivamente por aires de aventuras hacia mundos que se me antojaban más extraños de lo que fueron con situaciones que imaginaba mucho más normales que lo que resultaron”.

Guevara, Ernesto, Diarios de motocicleta

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